Hay palabras que calan en el alma,
Que rompen el corazón,
Que te roban la calma,
Que matan la ilusión,
Pero no harás daño más,
Ya no me causas más dolor,
Ya no lo harás
Porque ayer se murió el amor…
Lo mataste tú
En un momento de tonta explosión,
De amargo descontrol,
De violenta y trastornada voz,
Siempre haz sido tú,
Con la tempestad de tu garganta,
Cuando el infierno quema en ti…
Yo callaba tanto
El tiempo en la acera,
En el río gris de tu avenida,
Y en la oscuridad de las calles
No se veía correr una lágrima
En un jirón de mi piel…
Yo te escribiré estas últimas líneas
Y me dormiré en mi silencio de odio,
Callado, aunque sé que siempre te amaré,
Nunca más te soñaré,
Tengo que comprender
Que no eres para mí,
Que no soy para ti…
Te besaré en la foto
Que guardo atrás de mi almohada.
Y otra vez comenzaré;
Aunque duele mucho perder,
Quiero que sepas
Que siempre haz sido tú
A quien yo amé.
Ya no te lloraré…
Nadie te querrá como lo hice yo
Y a nadie querré como te quise a ti,
Pero volveré hacerlo
Y a ti…
Quien sabe…
Duerme tranquila dulce acecina,
Porque en tu mente matas a los que te aman.
No tengas miedo,
Nadie te hará daño,
Que en las sombras te cuidaré,
Nadie podrá tocarte
Como mataste tú mi alma…
Duerme tranquila,
Siempre haz sido tú
La que roba la tranquilidad,
Duerme tranquila,
Esta noche si estaré,
Y luego de soñarte,
Despertaré…
domingo, 27 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)