miércoles, 5 de mayo de 2010

Despiértame

No Hubo noche de tranquilidad
En la ausencia del amor,
Ni una mañana al despertar
Con las horas sin gastar
En la melancolía y mi dolor…

Me veía en el espejo de tu alma
Acostado en la arena y el mar,
En la ausencia de tu luz; las olas,
Acariciar el aire,
Deshojando esta fantasía…

Era un mar mis lágrimas,
Y una brisa con tu voz
Me obligaba a recordar
Cómo gritaba dentro de mí
Un dios, aún más todavía,
Esperando que la lluvia cayera,
Y dos gotas mojaran mis labios
Que me sugerían recordar
Ese último momento,
Desde, donde ya no estás…

Y aún mis ojos te buscan,
Mi boca nunca olvidó
El idioma de nuestro amor,
Dormido,
En un fango espera mi corazón
Que en vano te busca,
No volverás…

Con las peleas al acostar
Nuestras almas en el jardín
Que tiene tu aroma de paraíso,
Y cada juego al suspirar
Ya no hay vida después de ti…

Tus besos saben tan amargos,
Y tu cuerpo frío, no me abriga,
Tu piel inerte como blanca nieve,
Tus párpados cerrados y tus labios carmesí…

Quién te pudo cambiar
Mi invulnerable compañía,
La reina de todos mis cuentos
Mi princesa al rescatar…

Llévame a tu mundo
Pues recuerdo que Sin ti,
Esto es el infierno;
Préstame tus alas,
Yo de aquí
Quiero escapar…

Y te desvaneces cómo arena
En mi puño apretado,
Te deslizas suavemente
Y te escondes de mi voz…

No palidezcas más,
No quiero ser ajeno a tu sentir.
Mi alma te la haz llevado
Y me dejaste esta carne insensible.

Dame fuerzas,
Cuídame
Que sin ti soy frágil
Y despiértame de esta pesadilla…
O despierta tú, ángel dormida
Que sólo tres metros nos separan…

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